Periodista, músico, escritor, actor, presentador… y ¡médico! El Gran Wyoming consiguió sacarse la carrera de Medicina, algo que sólo rentabilizó dispensando unas cuantas recetas de ambulatorio, suerte que la farándula le fue bien. Como él mismo dice, “La humanidad ha salido ganando con mi decisión de dejar la medicina para ser artista”. Empezó en una banda de rock llamada “Paracelso” con su amigo Reverendo, con el que tocaba en el bar madrileño La Aurora. Este establecimiento se convirtió en el escenario de sus primeros pasos en el mundo del espectáculo, donde no solo compartían su música, sino también un espíritu irreverente y crítico.

En esas primeras actuaciones, El Gran Wyoming hacía comentarios irónicos sobre los periódicos del día, forjando el formato que en su día le entronó como uno de los grandes de la tele. Estas intervenciones no eran meras distracciones, sino una muestra temprana de su capacidad para combinar actualidad y humor, una fórmula que luego perfeccionaría en sus futuros proyectos televisivos. Las condiciones que impusieron al jefe del bar donde tocaban fueron poder hacer lo que les diese la gana, dejar entrar a sus amigos y que la bebida fuese barata. A cambio, ofrecían live shows llenos de energía, con chistes de Alfonso Guerra incluidos, lo que aseguraba el entretenimiento y la complicidad del público asistente.

En su faceta como actor, El Gran Wyoming ha participado en series como “Hermanos de leche”, una comedia que le permitió explorar otros aspectos de su talento artístico, y en películas como “Muertos de risa” y “Vivancos 3”, donde demostró su versatilidad y carisma en la pantalla grande. Sin embargo, es quizás más recordado como el audaz conductor de CQC, un programa que no solo le granjeó popularidad sino que también se llevó más de treinta premios, consolidando su reputación como un presentador capaz de manejar el humor y la crítica con igual habilidad.

Actualmente, Wyoming sigue en la cresta de la ola como conductor de “El Intermedio”, un programa emitido por La Sexta que ha sabido mantenerse relevante con su mezcla de sátira política y social. Este espacio no solo ha sido un trampolín para que siga expresando sus opiniones sin censura, sino que también ha demostrado que su capacidad para conectar con el público sigue siendo tan fuerte como siempre. En resumen, El Gran Wyoming ha trascendido los roles tradicionales de los medios para convertirse en una voz indispensable en la cultura española contemporánea.