Dani Morales, tiene 30 años, canario y licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas. Actualmente vive en Lanzarote y trabaja en el sector Publicidad, como responsable de marketing de una importante empresa del sector turístico y como autónomo para varias cuentas. Además, colabora esporádicamente delante de las cámaras. Uno de sus últimos trabajos ha sido ser el protagonista de un vídeo corporativo para Telefónica. También he sido propuesto a la dirección para opinar en MYHYV.

«La oratoria es mi fuerte y me gusta la tele. Por diversas situaciones no he tenido la oportunidad de intentarlo pero ahora quiero, puedo y tengo el estado de ánimo a pleno rendimiento para ello. ¿Lo intentamos juntos? Me considero una persona con multipersonalidad porque soy capaz de adaptarme a todas las situaciones y aguantar bajo presión. Puedo estar sentado en una plaza de barrio como en un club náutico,  no soy nada clasista. No soporto la sensación de perder el tiempo, un tío guapete, extrovertido, sociable, con carisma; no puedo estar quieto, estoy siempre inventado y organizando, y no suelo tener verguenza. Algo perfeccionista, con cara para decir las cosas. Me río de mi mismo antes que de los demás. Estricto, exigente, trabajador, progresista y valiente. Soy muuuy pasional, tengo pasión por la vida y por la gente, me muevo por ilusión y confiando en mi. Necesito que todo deba pasar por mi mano para que esté bien, lo justo de chulillo, sensible con problemas sociales, en ocasiones infiel (soy leal pero no fiel), algo ambicioso, siempre quiero más, inconformista, exigente, impulsivo, desesperado. Soy bastante impaciente y odio las despedidas.

Soy un tío que habla mucho, creo que la oratoria es mi fuerte y estoy socialmente muy activo, participativo e involucrado en mil historias. Mi madre me dice que nací con estrés bajo el brazo. Ello  me ha generado una necesidad de que conozcan mis experiencias, mis anécdotas y mi particular forma de ser y pensar. Estoy decidido a compartir mis sentimientos y emociones con los telespectadores. Quizás pueda ser interesante para otras personas, por ello estoy dispuesto a compartir mi vida y mi particular lucha contra los prejuicios sociales. Odio las etiquetas y las injusticias.

Soy un tío que tiene una lucha personal contra los pre-juicios sociales. Estoy hasta las narices de que los licenciados o cargos de responsabilidad no puedan tener tatuajes, vestir con pitillos rotos, escuchar reggaeton o subir a las redes en bañador

No me gusta la monotonía, soy de cambios pero también acepto lo que hay. Soy consciente que con la inscripción todo puede cambiar pero no planifico nada, voy a dejar que la experiencia me sorprenda, que sea el tiempo quien marque los pasos y los cambios, yo no planifico, me dejo llevar. Además que un cambio para cada persona es muy relativo. Si viene, bien: si no viene, sigo donde estoy.»